6 de enero de 2010

sólo han sido sus ojos los que callaron


sólo han sido sus ojos los que callaron,
sólo han sido sus ojos.
sus blancas manos, su pelo negro, trenzado;
la dramática vestimenta en desuso,
lo inútil de sus pies descalzos,
su cuerpo relleno, afelpado,
y todo su corazón de trapo no han podido callar el grito
al tiempo que pasan los niños con sus juguetes plásticos.