18 de agosto de 2010

sin duda una espiral

sin duda una espiral, sin duda.
desde tantos años de distancia
y kilómetros de espera,
asomada entre el telón de una obra aún sin público,
perdida entre el cabello que te cae desde mi cara,
apareces en todos mis sueños
como una promesa no olvidada,
como un futuro sin mapa,
como la boca que nombro,
como las piernas, como la espalda,
qué bendición que aparezcas algunas noches,
cuando te alcanzo, cuando más faltas.

12 de agosto de 2010

las paredes de tu casa son de agua.

las paredes de tu casa son de agua.
las puertas y ventanas, el domo,
la chimenea.

habitas en un cascarón de agua

sólo que dentro nada se moja,
todo se empolva y envejece,
los muebles, las sábanas, tus padres,
todo se está agrietando de tan seco.

ya deberías saber - a estas alturas-
que al cruzar la puerta saldrás limpia,
con la mirada lavada,
el corazón listo para la siembra
y una sonrisa en camino.

3 de agosto de 2010

por puro instinto uso la noche...

por puro instinto uso la noche,
lápices uso, jamás bolígrafos,
me cuelgo la luna del brazo
me pongo a resguardo

-he borrado diez veces esta línea pues
en cada espacio aflorabas, pretérita,
monocromática, tan sólo esdrújula,
no bien rimada-

tú te plantaste, te aferraste a tu sitio,
a tus jardines y tu mar tan próximo,
a tus calles, a tus viejos amores,
a todo lo que sin esfuerzo
– desde siempre –
pudo haber sido

y yo me quedé a mi suerte,
enamorado y mal herido:
de ahí tu sorpresa al verme volver,
al saber que estoy vivo,
te olvidaste, mi amor,
que a fuerza de tanto naufragio
aprendí a construir navíos.