14 de diciembre de 2011

algunas iluminan...

algunas iluminan, colorean.

otras son un mal paso,

una torcedura que tarda de dos a tres semanas en sanar.

las hay que duran para siempre

y uno crece y se columpia de su mano.

algunas llegan en el momento menos pensado

y explotan como fuegos artificiales,

dejándonos sordos y maravillados.

algunas son gaseosas:

nos llenan, nos expanden,

son ineludibles y con ellas

flotamos conmovidos, a la deriva.

algunas son agua de uso,

imprescindibles, naturales.

pero hay las que llegan y se hacen polvo,

y con la llovizna, barro.

y hay que sacudirlas del abrigo

-de los anteojos-,

porque manchan las manos,

porque asfixian,

porque ensucian la camisa

y te dejan gris y cansado.


hay que ahuyentar esas amistades.

29 de julio de 2011

cuando muy noche

cuando muy noche, o muy temprano,
despierto y camino descalzo por la casa,
y pareciera que lo hago adormilado, sin sentido;
sé que estoy por encontrarte.

sé que has venido desde tu morada
y me estás buscando, y eres todos los sonidos,
todos las luces y todos los reflejos.

sé que de algún modo ese olor es el tuyo,
que tuyo es el sabor de la madrugada,
que esta urgencia repentina, no es otra cosa más que tu proximidad.

y entonces camino despacio, sin casi hacer ruido,
repito tu nombre bajito, como lo haría para un recién nacido,
quiero que sepas que soy yo, y me reconozcas,
y no te espantes ni te alteres y te quedes quieta,
a mi lado, para recibir la mañana.

19 de junio de 2011

si pudieras asomarte...

si pudieras asomarte: si esto de lo que te hablo fuera algo material, tangible -por lo menos localizable- no dudaría ni un segundo en abrirme el pecho, la espalda, el cuello y decirte mira: esto es lo que pasa, esto es lo que siento, lo que sé, de esto te estoy hablando.

en cambio tengo que sentarme por horas a buscar una palabra que diga más que todas, a ensayar los espacios y la puntuación que resulte clara. entonces “amor”, “casualidad”, “destino” van perdiendo fuerza si comparten oración con tu nombre o tu mirada. no existe una palabra lo suficientemente bella para describir la Belleza. así las cosas, resulta que te me enredas.

tendría que hacerte escuchar algunas canciones, leerte las líneas que nos dedicaron personas que, esta vez, no conocimos. llevarte a ese lugar donde la luz, al rozarte, te bendice. dejarnos atrapar por ciertas pinturas, por ciertos colores. tendría que hacerte recordar de dónde venimos.

si pudiera yo asomarme en ti, te sanaría. yo sé tu Nombre Verdadero, y aunque tú lo hayas olvidado, todo tu cuerpo está gritando el mío.

14 de abril de 2011

envío una disculpa...

envío una disculpa
por los sueños cancelados,
por los guantes sin pareja,
por los labios que temblaron,
por las tardes de los sábados.

envío una disculpa redonda,
colorida; una disculpa que rebota.

envío una disculpa que sane,
que proteja -aunque no cure-
envío una disculpa portátil,
una disculpa amuleto, agenda,
una disculpa invernadero.

envío una disculpa que sonría,
que entibie desde dentro,
una disculpa analgésica,
conjugable en cualquier tiempo.

envío una disculpa, verdadera.

7 de marzo de 2011

ese misterioso comehigos

porque nada tiene de misterioso un tipo comiendo higos en su puerta hasta que alguien le concede ese adjetivo y viene un policía a ver qué hace. porque cualquier cosa que hagas puede ser mal vista, medida, catalogada o reprimida. porque al escoger un camino dejas de lado algún otro. porque puedes decidirlo.

porque no necesitas cambiar al mundo, necesitas decidir tu vida. porque hay un punto de partida justo a un lado de donde estás parado. porque la inercia no debería decidir ningún camino.

porque sólo al compartir lo que eres, lo que tienes, puedes hablar de amor. porque sólo por amor podríamos salvarnos.

2 de febrero de 2011

llovió y llovió y se mojó la luna

"...papá, ya llovió y llovió y se mojó la luna"
Azul Juárez



ahora hay veredas que se niegan y desvían;
árboles que se contraen, ensimismados;
pájaros que detienen el vuelo y continúan caminando.

un terrón de azúcar suspendido en el aire nos mira;
nada en la noche parece importarle.

conmigo: una cafetera que altera el sabor de cualquier grano;
almohadas que lamentan el armisticio, pero callan;
un reloj que da la hora con días de retraso,
quizá semanas.

llevo escrito en el brazo aquello de la luna mojada,
parte de un cuento que me conté mientras soñaba.

26 de enero de 2011

si un día me pierdo

si un día me pierdo,
si no sabes más de mí:
revísate las manos,
el fondo de los ojos,
la punta de la lengua.

si un día me pierdo,
antes de darme por muerto
pronuncia mi nombre quedito,
recuéstate en mi almohada.

búscame tras las cortinas,
en los barcos de una guerra embotellada,
en la ovalada maqueta del tren;
jamás en la oficina.

si un día me pierdo
cómete todas las erres,
y con la barriga llena,
léeme de nuevo, varias veces,
ahí (aquí) estoy. estamos.

11 de enero de 2011

de ser

de ser, claro que pudo haber sido.
de pasar: pasó, aunque no se quedara.

de existir, no sé, quizá lo soñé completo.

de doler, duele.

de contar, cuenta; como cuento y como resta.

de volver, no devuelve nada.

de saber, no sabe. sólo pregunta:

¿quién podará mis versos?

¿quién se columpiará en mis ramas?